.

Más que sólo un cuerpo: meridianos y colaterales (jing-luo)

La teoría o sistema de Meridianos y Colaterales es uno de los pilares fundamentales sobre los que se desarrolla la acupuntura, y en general, la Medicina Tradicional China (MTCH).

El sistema de meridianos y colaterales consiste en una compleja red o trama inte
rconectada de verdaderos "canales" distribuidos como un circuito ramificado por todo el cuerpo, y a través de los cuales circula preferentemente el Qi (energía), Xue (sangre) y los nutrientes, permitiendo de esta forma que todo el cuerpo funcione sincrónicamente. Existen en el cuerpo humano 20 meridianos principales, 12 ordinarios y 8 extraordinarios, los que además de conectarse mutuamente, enlazan con canales de menor tamaño encargados de llegar por donde aquellos no circulan. De esta forma, la energía y los nutrientes llegan a todo el cuerpo, permitiendo además la integración del organismo uniendo arriba-abajo y exterior-interior.

Cada meridiano circula por un trayecto definido y en una dirección específica. El "circuito" energético principal se inicia en el meridiano Shou Tai Yin (meridiano del pulmón) pasando por todo el sistema de meridianos ordinarios y finalizando en el Zu Jue Yin (meridiano del hígado), luego de lo cual el ciclo se inicia nuevamente, siguendo siempre una lógica de conexión yin-yang. La circulación completa por el sistema de meridianos ordinarios tarda 28 min. y 48 seg. Además, y como podemos notar, cada uno de los meridianos ordinarios se encuentra vinculado a lo largo de su trayecto interno a un Zang (órgano) o a un Fu (entraña) cuya energía concentra y fluye a través de él, razón por la que se habla de un "meridiano del Hígado", un "meridiano de la Vejiga", etc. Durante su trayecto externo encontramos en el meridiano puntos en los que la energía del meridiano "aflora" hacia la superficie, y cuya estimulación mediante agujas, moxa, etc. permite afectarlo produciendo efectos terapéuticos en éste a nivel local, pero también a lo largo de su recorrido y a nivel del órgano con el que se relaciona. Nos referimos a los puntos de acupuntura.

En consecuencia, conociendo el trayecto específico de cada meridiano, y las funciones particulares de cada uno de sus puntos, se pueden tratar dolencias estimulando puntos que no necesariamente se encuentran directamente en la zona afectada utilizando los denominados puntos distales.

Finalmente, y contrario a lo que se suele creer, no todos los meridianos tienen puntos de acupuntura. Sólo los 12 ordinarios y dos de los extraordinarios presentan esta característica, sumando un total de 361 puntos de los cuales 309 son bilaterales, esto es, se encuentran replicados en ambos lados del cuerpo. A estos se adicionan los puntos extra-meridianos, esto es, puntos de acupuntura que no se encuentran distribuidos en el trayecto de un meridiano específico pero que tienen sus funciones y características propias, siendo algunos de ellos muy utilizados en la práctica clínica.


gianfranco maggiolo aguirre
www.acupunturachina.cl

.

Moxibustión: Calor que sana

Con la proximidad de los meses invernales, comenzamos a escuchar cada vez con mayor frecuencia personas que refieren dolores que “aparecen” o “empeoran” durante los días más fríos, así como de “enfriamientos”, “resfríos” y otras expresiones similares que hacen del frío y/o la humedad sus protagonistas.

Para el tratamiento y alivio de este y otros tipos de dolencias, tan frecuentes en esta época del año, nos encontramos con una antigua técnica propia de la Medicina Tradicional China denominada Moxibustión. Ésta debe su nombre a la moxa, compresa en forma de cigarro o cono confeccionada en base a hojas secas de artemisa (artemisia vulgaris), hierba china que debido a sus especiales características es tradicionalmente utilizada para estos fines, y que se incinera con el objeto de producir calor.

Desde el punto de vista histórico, y según las últimas investigaciones realizadas en base a los hallazgos arqueológicos ocurridos en la Provincia de Hunana, China, la moxibustión sería incluso más antigua que la acupuntura, fundiéndose ambas técnicas posteriormente y pasando a ser compañeras inseparables en la práctica clínica. Evidencia de lo anterior sería el hecho que el ideograma que se tradujo como “acupuntura” en occidente esta conformado por los radicales metal-fuego, lo que confirmaría la íntima conexión de ambas técnicas.

En cuanto a su aplicación, la combustión de la moxa produce un calor homogéneo y de sensación agradable que penetra en los jing-luo (meridianos y colaterales), red interconectada de “canales” por los que circula la energía y los nutrientes hacia todo el cuerpo, despejándolos de obstáculos y eliminando además el frío, la humedad y promoviendo el normal funcionamiento de los órganos. Por esto, es especialmente recomendada para sindromes producidos por Han (frío), Shi (humedad), así como para la tonificación general del Qi (energía vital) y la estimulación y reforzamiento del sistema inmune. Su aplicación se realiza dirigiendo el cigarro de moxa directamente sobre los puntos acupunturales con movimientos y en direcciones específicas, o bien, calentando las agujas utilizadas en acupuntura para que éstas conduzcan el calor hacia el interior del cuerpo del paciente a través de los meridianos, produciendo en cualquiera de las dos modalidades de aplicación, muy buenos resultados por ejemplo, en el tratamiento de dolores articulares.

Finalmente, y de la misma forma que ocurre con la acupuntura, la moxibustión no obstante sus enormes beneficios para la salud de los pacientes, debe realizarse bajo ciertas condiciones necesarias de seguridad en cuanto a la manipulación de la moxa y las agujas, evitando de esta forma accidentes como quemaduras, y tomando además en especial consideración las condiciones de ventilación del espacio escogido para la ejecución del tratamiento debido a la presencia de humo proveniente de la combustión de la moxa. Asimismo, es importante tener en consideración que la Moxibustión no esta indicada para todos los estados patológicos ni para todos los puntos de acupuntura, razón por la que debe ser aplicada por profesionales competentes y con la formación adecuada para evitar cualquier riesgo.

.